Ayer mientras volvía de entregar currículums, bajo un sol abrasador, me encontré una tienda de productos de todo el mundo y, sin poder evitarlo, tuve que entrar. Allí me hice con un paquete de alga nori (esa lámina negra que recubre el sushi). Así que me armé de valor y decidí intentarlo. El resultado no fue muy alentador, aunque estaba bastante bueno, no había sido el sushi de mi vida. Pero seguiré intentándolo, en eso consiste la cocina (al menos, la mía).
Ingredientes
– Láminas de alga nori
– Salmón ahumado
– Arroz (especial para sushi o cualquiera de grano corto)
– Salsa de soja
– Sal
Preparación
Para el arroz, echamos en una olla dos vasos de agua por uno de arroz, pellizco de sal y lo tapamos todo mientras se hace a fuego lento. Una vez se absorba todo el agua, lo retiramos del fuego y lo dejamos reposar 15 minutos.
Para montar los makis, extendemos sobre nuestra cocina una esterilla de madera especial para sushi y la cubrimos con papel film. Llenamos toda la superficie de nuestro alga con arroz bien aplastado, excepto el extremo distal que quedará sin arroz. Ponemos en el extremo proximal una tira de salmón y comenzamos a enroscarlo sobre si mismo ayudándonos de la esterilla.
Una vez esté bien prensado, nos quedará un rollizo de alga noria que tenemos que dejar enfriar para luego cortarlo en rodajas.
Se presenta con un poquito de salsa de soja para echar al gusto.
La próxima vez me quedará mejor, de momento esto ha sido el resultado...
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