Ingredientes
- Carne sobrante
- Pan rayado
- Huevos
- Aceite de oliva
- Harina
- Leche
- Nuez moscada
- Sal
Preparación
Para la bechamel: ponemos a calentar en una olla un chorro de aceite de oliva (también se podría usar mantequilla, pero a mi me gusta más así) y, una vez caliente, echamos tres cucharadas soperas de harina (aproximadamente para 20 croquetas) y la rehogamos bien. Después añadimos la leche poquito a poco y removiendo siempre con unas varillas para que no se hagan grumos. A medida que se vaya espesando iremos echándole más leche, hasta conseguir una bechamel más bien pastosa. Rayamos un poquito de nuez moscada y echamos un pellizco de sal.
Por otro lado, picamos la carne (el que no tenga picadora, con tijeritas que para algo están) y se lo añadimos a la bechamel. Mezclamos todo bien y lo dejamos enfríar durante una noche entera.
Al día siguiente solo tenemos que hacer la forma de las croquetas cilíndricas, cuadradas, redonditas... Y las rebozamos en huevo y pan rayado.
Una vez llegados a este paso tenemos dos opciones, freírlas todas o congelarlas para otro día.
Venga, ¡a disfrutar de la comida y el veranito!