miércoles, 27 de febrero de 2008

Cocina para dos


Dejémonos de formalidades y presentaciones, los que me conocéis sabéis cómo soy y los que no, lo iréis viendo a medida que este blog vaya tomando forma.

Voy a comenzar por algo que no sea un principio. Haré como que este blog no tiene únicamente diez minutos de vida y ésta sera una entrada de lo más común; espero se asemeje a lo que, paulatinamente, iré exponiendo aquí.


Podría ser un yo, pero hoy seré un nosotros. La unión de dos que cocinando se hacen uno.
Por que mañana hace 730 días que el fogón está encendido, que azucaramos nuestras vidas juntos y que hervimos los momentos ágrios para su reducción a una sabrosa recompensa.

La cena de mañana posiblemente será:

- Endivias rellenas de queso y nueces
- Chuletillas de cordero a la plancha con cebollas caramelizadas
- Vino tinto (aún por decidir, pero seguramente algún Rioja)

La elaboración es sencillísima.

** Para el relleno de las endivias:

Seguramente nos decantaremos por un queso de sabor fuerte, de tipo Cabrales o Azul, que pondremos a calentar en un cazo añadiendo nata y dejándolo reducir hasta conseguir una salsa de consistencia un poquito espesa (para que no termine por escurrise de la endivia y acabe comiendo más nuestra propia ropa que nosotros mismos). Lo dejaremos templar y le añadiremos las nueces, previamente desprovistas de su cáscara.


** Para las chuletillas y las cebollas caramelizadas:

Las chuletillas se harán a la plancha con la mínima cantidad de aceite, ya que éstas poseen bastante grasa. Yo acostumbro salar la carne después de hecha; una vez leí que así conservaba la jugosidad en todo su explendor. Si se deseea, pueden dejarse durante toda la noche a macerar en un recipiente con ajo, aceite, vinagre, sal y especias (perejil y romero vienen genial).
En cuanto a las cebollas caramelizadas, mañana será la primera vez que las hagamos. Para ello he estado buscando algunas recetas y, por el poco tiempo del que disponemos, he elegido ésta:

2 cucharadas de aceite
1 cucharada de azucar
2 cucharadas de vinagre
Pizca de sal

En una cazuela pones las cebollas con todos los ingredientes, las cueces a fuego muy bajo hasta que notes que empiezan a caramelizarse, se pondran marroncitas.


He encontrado versiones en las que el azúcar no es necesario, pero las cebollas tardarían cerca de tres horas en caramelizarse y nosotros andamos un poco justos en lo que a tiempo se refiere.




Finalizando ya esta primera entrada, quiero agradecer a mi madre, mi padre y mi bisabuela el haberme dejado adquirir sus sabios conocimientos culinarios a lo largo de todos esos años en los que eran ellos los que cocinaban y yo simplemente miraba con atención todos sus movimientos entre hornillos, sartenes y delantales . En ellos y en ti, Chema, hoy se basa lo que es mi cocina.


Un beso y ¡¡buen provecho a todos!!